El Franklin 9A de 1917, uno de los tres únicos que quedan, fue fabricado a mano en Syracuse, Nueva York. Esta belleza vintage presenta un motor de 6 cilindros en línea refrigerado por aire diseñado por el visionario John Wilkinson. Con un marco de madera de fresno y un cuerpo aerodinámico de aluminio, el Franklin 9A pesa apenas 2745 libras, aproximadamente la mitad del peso de sus competidores. Reconocido por su comodidad excepcional, manejo superior, confiabilidad e impresionante economía de combustible (40,3 millas por galón), este modelo ofrece una experiencia de conducción como ninguna otra.
La combinación de ventanas grandes y un cristal frontal en V inclinado proporciona una visibilidad incomparable entre los automóviles cerrados. Los asientos delanteros, diseñados al estilo Pullman, ofrecen posicionamiento ajustable hacia adelante y hacia atrás, inclinación hacia adelante y giro, lo que garantiza una experiencia de conducción de lujo. El acceso a todos los asientos se realiza a través de la amplia puerta central situada a cada lado, lo que mejora la accesibilidad del vehículo.
La Franklin Automobile Company, pionera en la historia del automóvil estadounidense, operó desde 1902 hasta 1934 en Syracuse, Nueva York. Fundada por Herbert H. Franklin, la trayectoria de la empresa comenzó en 1901 cuando Franklin colaboró con el ingeniero John Wilkinson para desarrollar un innovador motor refrigerado por aire. Bajo el liderazgo de Wilkinson como ingeniero jefe, Franklin Automobile Company se convirtió en un faro de innovación.
Franklin se ganó el apodo de "The Car Beautiful" y se destacó como un automóvil de lujo, compitiendo con otros automóviles de lujo de su época. Desafortunadamente, la Gran Depresión pasó factura a muchos fabricantes de automóviles de lujo, incluido Franklin. A pesar de sus desafíos, la compañía se enorgullece de vender aproximadamente 150.000 automóviles durante más de 30 años, dejando una huella indeleble en el panorama automotriz.
