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Diseñado por Hans Ledwinka, el Tatra T87 era un coche extraordinario. Debutó en 1937 y presentaba una carrocería aerodinámica inspirada en el diseñador del Zeppelin, Paul Jaray. La estructura totalmente de acero reemplazó las estructuras de madera que se encuentran en el T77. Con un V-8 montado en la parte trasera, con levas en cabeza y refrigerado por aire, este automóvil era capaz de alcanzar velocidades de más de 100 mph. Durante la ocupación de Checoslovaquia, era el favorito de los oficiales alemanes. Este coche es uno de los menos de 250 que existen en todo el mundo.
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